domingo, 3 de junio de 2018

El Diputado Provincial José Enrique Aguar y Presidente de Contigo Somos Democracia preside la procesión del Corpus en Valencia.


El Diputado Provincial José Enrique Aguar y Presidente de Contigo Somos Democracia preside la procesión del Corpus en Valencia.

Ø  Autoridades Civiles y Militares de la Comunitat acompañan a José Enrique Aguar en la tarde de ayer domingo.

Aguar asiste a la procesión del Corpus de Valencia en la tarde de ayer domingo 3 de junio y preside la procesión junto con el resto de autoridades civiles y militares de la ciudad y provincia de Valencia.


Antes del inicio de la procesión Aguar visito el segundo premio de los balcones el cual recibió el indumentarista valenciano Enrique Marzal Santafe.

Desde Contigo Somos Democracia felicitamos a Don Enrique Marzal por le premio conseguido 


sábado, 2 de junio de 2018

La Agrupación de Benicalap Organiza una Visita a los Talleres Falleros del Barrio

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El Presidente y Diputado Provincial José Enrique Aguar, visita junto con responsables de Contigo en Benicalap, cargos públicos y afiliados la ciudad del artista fallero.

- Aguar acude acompañado por los cargos públicos del partido, Domigo Rojo Diputado en Cortes Valencianas. Manuel Martínez Alcalde de Gátova y Presidente Provincial de Valencia y los Concejales Yolanda Santos y Juan José Ramírez.

-Afiliados de la Provincia de Valencia, acuden al acto organizado por Adrian Esteve Secretario de Fiestas y Presidente de la agrupación de Benicalap.


Hoy la agrupación #ContigoBenicalap ha organizado una visita al #MuseodelArtistaFallero, y algunos de los Talleres para conocer el arte y el excelente trabajo de nuestros artistas valencianos: Manolo Algarra, Manuel Marti y Javier Alvarez. 

Felicidades por la organización del acto y esperemos que los artistas visitados logren unos buenos premios en las Hogueras de Alicante.


La soledad del PP y Ciudadanos


Pedro Sánchez ya es presidente del Gobierno de España. Y lo es evidenciando que la derecha española se ha quedad sola, la votación en el Congreso de los Diputados lo ha puesto de manifiesto.
PP y Ciudadanos, Ciudadanos y PP, tanto da el orden de los factores, porque no altera el producto. El partido de Albert Rivera ha hecho lo que sus patrocinadores esperan de él, que no tiene porque ser lo mismo que lo que esperan sus votantes, y se ha mantenido fiel a un partido corroído por la corrupción.
No es menos cierto que la alternativa no es mucho mejor. Pedro Sánchez será el presidente con menos diputados de la historia de nuestra democracia reciente, y lo será con el apoyo de nacionalistas empeñados en jugar con la Constitución a diario, con otros para los que el Congreso es como una lonja de mercaderes, con los herederos del terrorismo que aún no lo condenan, y con Pablo Iglesias y sus huestes.
Ciudadanos ha perdido una ocasión de desmarcarse, de romper con la matriz del PP, y evidenciar que los de Rajoy se quedaban solos ante su espejo de la corrupción. Ahora Rivera sale reflejado en ese espejo, que devuelve una imagen cada vez más escorada a la derecha, rehén de intereses más elevados empeñados en que la política española se siga jugando entre derecha e izquierda, de forma maniquea, como hace 40 años.
Esa derecha  monolítica se ha quedado sola hoy en el Congreso de los Diputados. La derecha única, la que PP y Ciudadanos representan sin que se vean líneas diferentes en lo que de verdad importa, en el resultado. Porque en el discurso, la formación naranja es tan volátil que seguir su ritmo de cambios de opinión es tarea que no todas las hemerotecas soportan.
El momento político es incierto. En los próximos días nos hartaremos de escuchar lo de “hombres de Estado”, las “alturas de miras” y otros clichés políticos.
Bien es cierto que España necesita estabilidad. Un Gobierno con apoyos estables, que no se vea en la obligación de alquilar votos a precios tan caros para millones de españoles como el Cupo vasco, o a tener que hacer malabares con la nación de naciones, la plurinacionalidad y otras formas de retorcer el lenguaje político que sonrojan.
Pero eso no es posible en este momento. La aritmética parlamentaria lo impide. La cuestión es, ¿alguien garantiza que unas elecciones generales dejen un panorama distinto? 
José Enrique Aguar Vila